4 ene 2009

SERVICIO DE OPERACIONES ESPECIALES (S.O.E)

Como he comentado anteriormente fui dos veces a prácticas de tiro, la primera fue a los pocos días de llegar a la compañía. Nos llevaron al campo de tiro de la VI bandera y disparamos con el cetme a unas dianas colocadas a unos 50 m. Como es normal y siendo la primera vez que lo hacía, aunque las metí todas en la diana los disparos estaban bastante diseminados. Sin embargo el legionario que estaba a mi lado metió las cinco balas en el centro de la diana, enseguida fue destinado al S.O.E. era una de las formas de buscar a los legionarios que cubrirían los puestos bacantes, era imprescindible que fueran buenos en este aspecto y que estuvieran bien físicamente.
Éste cuerpo si que era verdaderamente un cuerpo de élite. Se levantaban por la mañana y cuando todo el mundo iba a realizar la instrucción, ellos se marchaban para hacer prácticas de tiro y marchas de varias horas, volviendo muchos días a la bandera bastante adelantada la tarde.
Yo nunca los vi en acción pero contaban verdaderas maravillas de ellos, incluso se decía que eran campeones del mundo de patrullas de tiro, por delante de los otros tercios e incluso de los americanos. Creo recordar que se trataba de hacer un recorrido de varios kilómetros con un plano y una brújula, y que llegaban a sitios donde tenían que hacer unos disparos sobre dianas, el tiempo y la puntuación en hacer los disparos era muy importante, por lo cual solo se podía apuntar en el primer disparo si ese lo fallabas se fallaban todos y por el contrario si afinabas en el primero incluso podía pasar la bala por el mismo agujero que ya había pasado otra. Los cargadores los llevaban pegados con cinta aislante uno al otro, pero en sentido opuesto, por lo cual llevaban la cuenta de los disparos para evitar disparar en falso y sacaban el cargador dándole la vuelta y volvían a disparar. Para evitar el retroceso del arma y asegurarse que durante los disparos el cetme no se movería utilizaban el hombro y el pómulo y a causa de esto algunos tenían inflamaciones en la cara durante semanas.
Dentro de los actos del día del legionario, había una prueba que era desmontar y montar el cetme en el mínimo tiempo posible con los ojos tapados, ahora no recuerdo exactamente los tiempos, pero no mentiría si dijera que lo hacían en menos de 15 seg. Cuando yo tardaba minutos con los ojos destapados.
Podría hablar muchísimo sobre su estado físico pero es fácil de comprender que con el entrenamiento que tenían eran poco menos que súper-hombres

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